Fig.1 Peix de Nó, Pablo, "Rúbricas", bolígrafo, 7 x 7cm, 2025
DIARIO REFLEXIVO
lunes 24 de febrero de 2025
Durante la parte teórica de esta sesión, se ha se ha profundizado sobre las rúbricas o las escalas de evaluación a los alumnos. Luis ha explicado cómo está herramienta de evaluación, permite obtener evidencias para identificar y reconocer el dominio de las competencias en los alumnos. Además, ha diferenciado dos tipos de evaluaciones; por una parte, la evaluación tradicional propia del siglo XX en la que se encuentran los cuestionarios, las pruebas escritas o tipo test. El otro tipo de evaluación es conocido como evaluación alternativa y aparece en el siglo XXI, se trata de las escalas de valor las listas de cotejo, los trabajos por proyectos y las rúbricas. Puesto que el tema central de esta sesión era la rúbrica se ha centrado la atención en sus diferentes tipos y sus aspectos positivos, como son su objetividad y la fácil aplicación por parte de los alumnos para poder autoevaluarse o coevaluarse.
Sin embargo, uno no debe caer en la fácil interpretación de que este tipo de evaluación es la única solución para poder evaluar, como se vio en la sesión anterior. En la actualidad hay múltiples formas de conseguir este objetivo. Además, gracias a un fallo durante la sesión práctica se pudo llegar a otra conclusión que es como las rúbricas no son elementos rígidos, sino que están abiertos y se pueden adaptar a los estudiantes teniendo en cuenta su nivel de desempeño y sus diferentes entregas.
Puesto que al principio de la sesión se han mencionado los diferentes tipos de evaluación. En esta entrada ha interesado investigar la evaluación alternativa, más propia de este siglo y con muchas más posibilidades para aplicarlo en el aula como docente. El mero hecho de que se centre en el proceso y no solo los resultados permiten que los estudiantes sean conscientes de su evolución personal. Además, este tipo de evaluación se enfoca en aplicar los conocimientos a contexto reales. Algo que desde la legislación ya se está exigiendo y por lo tanto sirve como puente entre la práctica y la teoría. Otro beneficio de estas nuevas evaluaciones es que fomentan la participación activa de los estudiantes.
En relación con estos beneficios, como son la aplicación práctica de los conocimientos en contexto reales, se encuentra la evaluación por proyectos. Lo explican García & González (2014), la evaluación mediante proyectos integra diversas dimensiones del aprendizaje, promoviendo la colaboración y la aplicación interdisciplinaria del conocimiento en la solución de problemas complejos. En su artículo evaluación alternativa en la enseñanza universitaria: una experiencia de portafolio. Se presentan como la evaluación mediante proyectos ha resultado efectiva para medir los aprendizajes significativos de los estudiantes.
Otro teórico que reflexiona sobre la idea de llevar las actividades a la cotidianidad de los estudiantes es Wiggins:
"La evaluación auténtica se centra en la integración de tareas que reflejan el desempeño real de los estudiantes en contextos significativos, permitiéndoles demostrar competencias en situaciones similares a las del mundo profesional."
(Wiggins, 1998)
En este caso, lo que el autor está explicando es la evaluación auténtica. Un modelo muy similar o incluso igual que el aprendizaje basado en proyectos, puesto que se basa en la realización de tareas que simulan situaciones reales y permiten que el estudiante muestre sus habilidades en contextos prácticos. Brookhart (2010) y profundiza en cómo evaluar los aprendizajes auténticos y explica cómo van más allá de la memorización.
“La evaluación auténtica se centra en la integración de tareas que reflejan el desempeño real de los estudiantes en contexto significativos permitiéndoles, demostrar competencias en situaciones similares a las del mundo profesional”
(Brookhart, 2010)
En síntesis, la sesión expuesta resalta la importancia de integrar herramientas de la evolución alternativa en el aula de secundaria y la flexibilidad de las rúbricas para adaptarlas a los diferentes niveles de desempeño de cada alumno y su posibilidad para realizar una autoevaluación y coevaluación.
Desde una perspectiva prospectiva, la aplicación de este tipo de estrategias, las aulas de secundaria permite crear un puente entre la teoría y la práctica fomentando de la realización de tareas que simulan situaciones reales, como se ha podido ver en las diferentes propuestas de evaluación alternativa investigadas. Además, este tipo de evaluación fomenta la participación activa de los estudiantes contribuyendo de esta forma al desarrollo integral de los mismos. Al incorporar de manera intencionada y flexible este tipo de metodología se evaluativas en el aula, se conseguirá enriquecer el proceso formativo y preparar a los estudiantes de una manera autónoma y por competencias, donde estarán preparados para los desafíos del mundo real. Este tipo de evaluaciones permiten una educación más dinámica y acorde con las exigencias contemporáneas.
BIBLIOGRAFÍA
(Brookhart, S. M. (2010). How to assess authentic learning. ASCD. Recuperado de https://www.ascd.org/)
(García, T., & González, J. (2014). Evaluación alternativa en la enseñanza universitaria: una experiencia de portafolio. Revista Iberoamericana de Evaluación Educativa, 7(2), 123–140. Recuperado de https://www.google.com/url?sa=t&source=web&rct=j&opi=89978449&url=https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2583894.pdf&ved=2ahUKEwjWjamKzN6LAxVwc_EDHVTtLAYQFnoECBMQAQ&usg=AOvVaw3nN9JBjgTKkpxWCsmQkE18)
(Wiggins, G. (1998). Educative assessment: Designing assessments to inform and improve student performance. Jossey-Bass.)
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