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INTROSPECCIÓN. AUTOEXPLORACIÓN
Respecto al recorrido formativo en las artes, mi primer contacto fue en la ESO, sin embargo, la experiencia no termina de ser estimulante debido a la poca motivación. En cuanto a los ejercicios que se proponían mediante láminas. El profesor planteaba una tarea que los alumnos nos limitamos a copiar sin trabajar la originalidad o la creatividad.
El verdadero primer contacto significativo con las artes lo tuve en la escuela de artes de San Eloy. Aprendí muchísimo de las técnicas y los procedimientos más académicos. Sin embargo, con la visión que tengo ahora después de haber conocido y diferentes modelos de enseñanza no dejo de pensar en que se limitaba bastante la creatividad.
Con el paso del tiempo, estudié un ciclo superior de escultura, y me di cuenta de que el modelo seguía siendo el mismo donde se centran en formar artesanos en el que la originalidad y la creatividad no tienen espacio. Un problema muy importante que convence a ver en su modelo de evaluación fueron las pocas directrices y la ausencia del procedimiento para evaluar. Se limitaba a conocer una nota sin saber los procesos y las reflexiones que tenía el profesor respecto a esta puntuación.
Ese mismo año tuve la suerte de ganar un sorteo de unos cursos online sobre el mundo del concept art en la industria del entretenimiento, como es el cine y los videojuegos. Me di cuenta de la importancia de conocer referentes actuales más cercanos a mi realidad que el mero hecho de copiar esculturas griegas. La evaluación en este tipo de cursos era muy escasa o nula, otro factor importante era la falta de contacto y seguimiento de un profesor para poder crecer.
El modelo comenzó a cambiar cuando entré en bellas artes y me di cuenta de la importancia de la creatividad, la originalidad y la influencia de los compañeros en el proceso creativo. Pese a estos aspectos tan importantes, seguiría presentándose el problema de la ausencia de claridad sobre los métodos de evaluación. Nadie comprendía como se evaluaba en las clases.
Una vez terminado el grado, comencé un Master de ilustración, donde descubrí el modelo de aula taller en el que la importancia de la evaluación se centraba en el proceso creativo más que los resultados. Además me llamó mucho la atención como al trabajar todos los alumnos en una mesa conjunta nos fuimos influyendo los unos a otros.
Creo que el mayor problema en el que coinciden los diferentes modelos de evaluación es la falta de claridad a la hora de evaluar.
En mi modelo docente ideal se explícita un modelo de evaluación centrado en valorar la originalidad y el proceso creativo frente al resultado final a través de un portafolio. No quiero decir que el resultado final no se evalúe, sino que además del resultado final se tenga en cuenta todo el proceso que ha llevado a llegar a ese punto. Me gustaría fomentar la coevaluación entre los alumnos fomentando dinámicas en las que los estudiantes puedan influirse entre sí compartiendo su proceso creativo. Además, sería clave la introducción a referentes actuales del arte, no solo propio de los museos y salas de exposiciones, sino también del mundo del entretenimiento como es el cine, la animación y los videojuegos proponiendo así referentes más cercanos a la realidad de los alumnos.
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